Esa fue la expresión que muchos soltamos al conocer el alcance de la lesión de Germán Lux. Nunca una baja de entre 4 y 6 semanas se celebró tanto como esta. Pero claro, después de ver las imágenes del portero coruñés abandonando el campo en camilla y entre lágrimas y tras ver su rodilla girando hacia donde no debía, pues como que nos pareció el mal menor. Quien más quien menos ya nos habíamos hecho a la idea de que Lux había terminado la temporada y que uno de los pilares del equipo se había roto cuando estaba realizando su mejor campaña. Al final sólo ha sido un esguince y en un mes o mes y medio le tendremos de nuevo defendiendo la portería coruñesa.

Son varias las imágenes que tenemos grabadas de futbolistas deportivistas lesionados en el terreno de juego y que tuvieron después largas recuperaciones. Supongo que cada uno tendrá la suya en la mente pero que recuerda muchas otras. A mí, la que más me impactó fue la de Manuel Pablo con su pierna colgando después de un encontronazo fortuito con el céltico Giovanella. Fue en un derby en 2001. Lo que iban a ser unos meses de recuperación se transformaron en casi un año. Se lesionó un 30 de septiembre y ya no reapareció hasta la temporada siguiente, jugando escasamente 10 partidos. Se puede decir que aquel Manuel Pablo desequilibrante y que se lo rifaba media Europa nunca lo volvimos a ver, a pesar de que años después protagonizara unas buenas campañas y que, con sus recién estrenados 38 años siga dando guerra por los campos de fútbol.

Escalofriante fue también la lesión de Filipe Luis en aquel partido contra el Ath. Bilbao en Riazor en enero de 2009. El equipo llevaba hasta ese momento una trayectoria inmaculada, instalado en puestos europeos y mirando de reojo la clasificación para la Champions League. Pero un desgraciado choque en el primer gol de ese partido contra el portero Iraizoz destrozó el tobillo de un Filipe Luis que estaba siendo titular indiscutible y dueño de la banda izquierda del Deportivo en aquella temporada. Tras una recuperación meteórica, reapareció en el penúltimo partido de liga contra el Mallorca, pero para aquella jornada el equipo había firmado una segunda vuelta horrorosa y las aspiraciones europeas se fueron al traste mucho antes. Ese verano Filipe fue traspasado al At. Madrid dejando una buena cantidad de dinero en la caja del Deportivo. Como curiosidad, este pasado miércoles, el bueno de Filipe se ha vuelto a lesionar en un encuentro frente al Athletic. Parece que estará en el dique seco entre 4 y 6 semanas, o sea, que no ha sido tanto como parecía. Pero bueno, esperemos que no tenga miedo a enfrentarse al conjunto vizcaíno a partir de ahora.

Y, como no, no me podía olvidar de los dos percances más sonados que sufrió nuestro Juan Carlos Valerón en el césped de Riazor. El primero de ellos en un Deportivo – Valladolid en septiembre de 2002, cuando una innecesaria patada del defensa boliviano Peña impactó contra el jugador canario que se tuvo que retirar lesionado y no reapareció hasta dos meses después. El segundo percance –el que peores consecuencias tuvo- fue ya en enero de 2006: Juan Carlos Valerón se lesionaba fortuitamente en un encuentro frente al Mallorca y comenzaba un calvario que se prolongaría casi dos años. Posiblemente, nadie de los que estábamos en ese momento en Riazor podíamos imaginar el alcance de aquella lesión. Podíamos pensar que se trataría de la típica lesión muscular, pero nada más. Fueron muchos meses los que pasó fuera de los campos de fútbol. Se llegó incluso a pensar en que no volvería a pisar un terreno de juego. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa y Valerón ha seguido jugando al fútbol como sólo él sabe hacerlo. La pena es que ya no lo haga con los colores del Deportivo.

Han sido más los casos de lesiones graves de futbolistas del Deportivo, pero no es plan de estar recordando más desgracias. Pienso que con las que he citado ya es suficiente. Afortunadamente, tanto Manuel Pablo como Valerón como Filipe Luis las han superado sobradamente y han seguido deleitándonos con su buen juego. Estamos seguros de que Germán Lux le tendremos muy pronto defendiendo el arco blanquiazul y en unos pocos meses estará celebrando su segundo ascenso con la camiseta del RC Deportivo. Al fin y al cabo, sólo ha sido un esguince.

 

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