Artículo by Pablo García-Ramos en DXT Campeón el jueves 27 de noviembre de 2014.

La Asamblea General de RCD pone de manifiesto, una vez más, que el deportivismo está en el inicio de una larga travesía del desierto, algo que ya estaba descontado hace un año coincidiendo con el cambio de “régimen” en la dirección de la entidad. La buena noticia es que el actual Consejo ha hecho un buen trabajo para descifrar la situación económica en la que se encuentra la SAD. Sólo con un buen diagnóstico, con conocimiento y trabajo se pueden afrontar estos años de esfuerzo para normalizar y encauzar la delicada situación financiera del Club.

La propia administración concursal ya establecía una ampliación del capital social que los socios han aprobado por mayoría. Falta que los coruñeses, aficionados o no, acudan a socorrer a uno de los símbolos de la ciudad que se encuentra en horas bajas pero con proyecto de futuro.

Sin embargo estas medidas perderían parte de su eficacia si no se consiguen los objetivos deportivos esperados. Una de las cuestiones en las que insiste Tino Fernández es en la necesidad de mantener al equipo en la máxima división. La diferencia entre primera y segunda puede significar unos veinte millones de ingresos dependiendo de la categoría, cifra nada despreciable en estos tiempos de estrecheces y tribulaciones.

Y precisamente es en el terreno de juego donde surgen más incógnitas. El pasado sábado Víctor Fernández dibujó un esquema con cinco defensas para recibir a la Real Sociedad, uno de los equipos que acompaña a los coruñeses en la batalla por la salvación. Armó un once con tres centrales (Lopo, Sidnei e Insua) y dos laterales (Luisinho y Juanfran), si bien estos últimos con vocación y calidad ofensiva. Pese a todo durante la primera parte se puede decir que no funcionó como era de esperar y los guipuzcoanos encontraron bastante huecos en la zaga local.

Fue en la segunda mitad cuando el técnico dio entrada a Wilk por un desconcertado Juan Domínguez. El trabajo del jugador polaco como recuperador en medio campo aportó mayor solidez a la defensa. Para entendernos, una defensa de cinco reforzada con un mediocentro igualmente defensivo. Y aquí vienen las dudas ¿puede un equipo con siete efectivos, incluido el portero, dedicado a tareas defensivas generar ocasiones de peligro?

La virtud de este sistema reside en dejar tu portería a cero y esperar la eficacia o la suerte de algún delantero. Sería bueno no descartar esta línea de trabajo porque quedan muchos partidos que va a haber que salir a disputarlos con una defensa consistente como principal argumento. Es la competición que toca este año y no perder significa seguir enganchado a Liga.

La secuencia del equipo en estos doce primeros partidos es idéntica como local que como visitante. Un partido ganado, dos empatados y tres perdidos, conforman una serie de resultados similares, tanto en casa como fuera. Mejorar esta dinámica dependerá de pelear las próximas citas como finales, apoyados en una defensa firme y tratar de ser más agresivos en Riazor. Queda por delante una temporada para sufrir y esperar que al final la moneda caiga del lado bueno.

 

@pgarcia_ramos

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